Chicles antiguos y su evolución

Los chicles son un invento muy antiguo, de hecho, ya en Egipto y la Antigua Grecia podemos hablar de la goma masticable. Sin embargo, los historiadores no tienen, aún claro, quién fue su inventor. Algunos se lo atribuyen a John Curtis y, otros, consideran que fue el mexicano Antonio López de Santa Ana, quien impulsó su comercialización con ayuda del fotógrafo neoyorquino, Thomas Adams.

Sin embargo, el hombre ya masticaba la resina, procedente de los árboles y de las plantas medicinales, desde el origen de los tiempos. Esto se fue extendiendo a diferentes culturas y civilizaciones. Por este motivo, podemos decir que el chicle se remonta a la época prehispánica. Incluso, muchos lo utilizaban como un remedio para combatir el estado nervioso.

El origen de los chicles

Según la historia del chicle, las primeras gomas de mascar, con forma de bolitas, se empezaron a vender en Nueva Jersey en 1871 y no tenían sabor. Su precio era de un centavo la unidad y se comercializaba en unas cajas pequeñas bajo la denominación de Adams New York Gum.

El farmacéutico John Colgan tuvo la idea de aromatizar estas bolitas con un bálsamo medicinal de Tolú. Por aquel entonces, esta resina se usaba en los jarabes para la tos. Posteriormente, Thomas Adams, quien comercializó el uso masivo del chile, lanzó al mercado el chicle con esencia a regaliz. No tardó mucho en llegar el sabor a menta, una idea de un fabricante de Ohio.

Los chicles más populares

La primera marca más conocida en el mercado de chicles es Adams, aunque apenas tenía sabor, las diferentes investigaciones dieron lugar a algunas de las gomas de mascar más populares. Asimismo, no podemos pasar por alto, la popularidad de los chicles boomer, que se caracterizaban por su tamaño, intenso sabor y larga duración.

La mayor competencia con la que se encontraron fueron los famosos Bubbaloo, esos inconfundibles chicles rellenos de sirope en distintos sabores. Una de las gomas de mascar de nuestra tierna infancia y que tantos recuerdos entrañables nos traen. Sin embargo, con el paso del tiempo, atrás quedaron los chicles antiguos para evolucionar con nuevas propuestas, texturas y sabores.

No obstante, también empezó la preocupación por combatir las caries y apostar por golosinas más saludables, por lo que otro invento del mercado fueron los chicles sin azúcar. Una opción muy extendida y que solemos llevar en el bolsillo o en el bolso. Incluso, hoy en día, podemos encontrar hasta chicles para adelgazar o reducir el apetito.

Teniendo en cuenta estos detalles, no dejes de echar un vistazo a La casa de las golosinas, ya que hay una amplia variedad de opciones en marcas y sabores. Tenemos a nuestro alcance desde los blísteres con tres grageas hasta sorprendentes propuestas, como los chicles con sabor a mojito o los burger rellenos de Fini. Asimismo, podemos comprar las marcas más conocidas, como Orbi, Bubbaloo o Happydent, entre otras.

En conclusión, si te gustan los chicles, tienes que saber que la oferta es muy amplia y variada. Nada que ver con el origen de esta goma de mascar. Tanto, si quieres solo una unidad, un blíster, un paquete o un box, hay opciones para todas las preferencias y gustos. ¿Cuál es tu chicle preferido?